Este es el recién inaugurado softplay de los sueños infantiles. Piscinas de bolas, toboganes, manualidades, snacks saludables y un rincón de lectura para un rato tranquilo. No hace falta reservar — solo aparece para divertirse sin líos creativos mientras los padres toman un café, una copa de vino o se van de compras por el pueblo. Es drop-off y los peques están cuidados con todo el cariño y la atención del mundo.